Llegó el día: lanzaron el nuevo satélite argentino Saocom 1B

Nacionales
31/08/2020 318 vistas

Bajo un cielo encapotado que se abrió en los últimos instantes y envuelto en el rugido atronador que caracteriza los lanzamientos espaciales, a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX se elevó esta noche entre llamas la nueva joya del programa espacial de nuestro país: el Satélite Argentino de Observación con Microondas, Saocom 1B, hermano gemelo del lanzado desde California hace casi exactamente dos años, el 7 de octubre de 2018.

El lanzamiento fue impecable. Pocos minutos después del despegue se pudo observar en vivo cómo el satélite era liberado y quedaba flotando contra el fondo negro del espacio. "¡¡El Saocom 1B ya está en órbita!! ¡¡Orgullo y emoción por la ciencia y tecnología argentina!!", escribió en Twitter Carolina Vera, viceministra de Ciencia, Tecnología e Innovación resumiendo el sentimiento de cientos de ingenieros y técnicos que hicieron posible este nuevo logro. Instantes más tarde, ya había desplegado sus paneles solares y los había apuntado hacia el Sol, una maniobra crítica para generar energía.

Tras varios aplazamientos por la pandemia, el nerviosismo se mantuvo hasta último momento por las condiciones climáticas que ya habían hecho posponer el otro lanzamiento del día. "Es tremendo, pero al final una se entrega -confesó Josefina Peres, jefa del proyecto-. Sabemos que éstas son las reglas del juego y tenemos un compromiso de amor con lo que hacemos. El viernes terminamos el ensayo 'full', que fue una simulación completa de lo que iba a pasar. Eso da el 'go' para integrar la cofia al vehículo lanzador, y hacer la última conexión eléctrica y mecánica. Después se hace el traslado al pad de lanzamiento".

Peres comenta que, aunque extenuados por las cancelaciones que mantuvieron a una parte del equipo durante dos meses en Cabo Cañaveral, con protocolo anti-Covid que les impedía hasta reunirse a cenar, las demoras les permitieron seguir ensayando y asegurarse de que todo estaba funcionando a la perfección.

A los 14 minutos del despegue, automáticamente se inició una secuencia autónoma que desplegó los paneles solares y los apuntó al sol. Luego, vendría una serie de chequeos de los síntomas vitales del satélite durante cuatro horas. Una vez que se verificó que todo estaba bien, se encendería la computadora encargada de desplegar el radar, el componente principal de los Saocom, que les permite "ver" de día y de noche, aunque llueva o esté nublado.


(La Nación - Télam)